Conoce a Daniel Gomz, experto en escultura, diseño y animación digital

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  1. ¿Podrías explicarnos qué es la escultura digital?

Habitualmente cuando pensamos en una persona modelando, la imaginamos con las manos sobre una pieza de arcilla o plastilina dando forma a un bloque de piedra, madera…, o incluso soldando piezas metálicas que compongan algo que transmita una idea o un mensaje.

Hasta hace unos años, éstas eran las formas habituales en las que las obras escultóricas llegaban a nosotros. En la actualidad, podemos encontrar un nuevo sistema de creación y representación escultórica que viene dado por una serie de programas informáticos que nos permiten modelar todo aquello que imaginemos a través de la pantalla de un ordenador. A este sistema de modelado se le conoce como escultura digital. La escultura digital tiene muchas aplicaciones que dependen en gran medida de cómo se materialice después aquello que hemos creado en el ordenador. Sin entrar en más detalles, estas aplicaciones van, por ejemplo, desde el prototivado de piezas industriales o prótesis médicas, hasta la creación digital de esculturas, piezas de joyería y otras obras de arte.

 
  1. ¿Por qué decidiste dedicarte a ello?

De pequeño tenía cierta inquietud artística y disfrutaba con ello, como muchos niños y niñas a esas edades, supongo. A medida que pasaron los años, esa necesidad de dibujar, sobre todo, fue a más y llegado un punto, me vi en la Facultad de Bellas Artes. Fue allí donde casi por casualidad, descubrí la escultura digital y la animación por ordenador. No sabría decir exactamente por qué, pero al poco de empezar a conocer todo aquello, supe que quería vivir haciendo eso, así que, después de varios cursos decidí lanzarme a estudiar un máster de animación que me llevó a Mallorca durante dos años. Cuando volví a Valencia, surgió la oportunidad de participar en un proyecto de falla y fue ahí donde comencé con este trabajo.

 
  1. ¿Qué experiencia tienes?

Pues deben de ser entre cinco y seis años, aunque han sido los cuatro últimos los más intensos profesionalmente. La verdad es que me puedo considerar afortunado en cuanto a la experiencia que he tenido hasta el momento en las fallas, pues he podido trabajar en diferentes y muy buenos talleres con artistas que tienen una gran experiencia. Eso me ha permitido aprender  mucho de ellos. Lo cierto es que a día de hoy, me sigue sorprendiendo la continua corriente creativa que sale de los talleres falleros y la cantidad de profesionales que se implican para que los proyectos salgan adelante.

 
  1. Aparte de escultor digital, ¿qué otras técnicas conoces?

Todo lo que tenga que ver con la formación artística; dibujo, pintura… Hoy por hoy, hay que estar al día con la tecnología y saber qué programas se utilizan y cómo te pueden ser de utilidad. Ya no sólo hay que saber desempeñar la actividad artística, sino que hay que saber presentarla para que sea lo más atractiva posible, por lo que editar vídeos y cuidar las publicaciones forman parte de lo cotidiano y eso hace que el abanico de requisitos cada vez sea más amplio.

 
  1. ¿Cómo calificarías tu trabajo?

Bueno, yo puedo decir que pongo más empeño y que cada uno juzgue el resultado. Para mí es importante saber adaptar la manera de modelar a cada proyecto concreto. En fallas se da una gran variedad de registros que van desde la caricatura, al realismo y al abstraccionismo. Es vital respetar ese estilo para materializar la identidad del proyecto lo mejor posible. También creo que todo lo que aprendí con la animación me ayuda a darle más vida a las figuras; la posición de la cabeza, las manos, la diagonal de la cadera,… todo cuenta para darle más expresividad a las figuras y cuidar eso es una parte muy importante del proceso creativo.

 
  1. ¿Has recibido algún reconocimiento por tus obras?

La realización de una falla es un trabajo en equipo. Cada profesional se encarga de una parte concreta y todo está supervisado en última instancia por el artista fallero que es quien, además, firma el proyecto. Para bien o para mal la realidad en las fallas es que no hay un reconocimiento fuera de la figura de los artistas falleros y en la mayoría de los casos, diseñadores, escultores, pintores, preparadores, carpinteros, no tenemos un reconocimiento concreto cuando se dan los premios. Es como si en el cine sólo se premiara a los directores. En ese aspecto creo que las fallas deberían evolucionar.

 
  1. ¿Consideras que se respetan los derechos de autor en tu sector?

Creo que en los últimos años se está avanzando en esta dirección pero actualmente aún queda mucho que hacer. En mi experiencia personal he tenido situaciones de todo tipo, desde clientes que de antemano respetan esos derechos, a otros que no comparten esa idea. En cualquier caso, algo que se viene dando actualmente, es que cada profesional propone unas condiciones a su cliente entre las que entran este tipo de cuestiones legales. De todos modos, las fallas aún son un poco una jungla en estos asuntos pues, como digo, no hay un consenso general que se aplique, si no que es cada artista quien pone sus condiciones.

 
  1. ¿Qué consecuencias negativas crees que tiene?

Pues creo que son varias, aunque la más evidente quizás sea el ambiente de trabajo que se genera en torno a esto. Quien más y quien menos que trabaje en fallas podría contar una mala experiencia en relación a estas cuestiones y eso, a la larga, genera un malestar innecesario.

 
  1. Desde hace un tiempo estas recibiendo asesoramiento para la protección y la maximización de tus derechos de Propiedad Intelectual, ¿qué repercusión ha tenido ello en el ejercicio de tu profesión?

Soy más consciente de los derechos que tengo como autor y de cómo se ven afectados en cada trabajo que realizo. Ello se traslada a que pueda valorar mejor mi trabajo y a que pueda negociar con más conocimiento las condiciones del mismo. Por lo general desconocemos el alcance que tiene para nuestros derechos los pactos que hacemos con clientes, colaboradores,… así como los riesgos que corremos cuando firmamos un determinado contrato –cuando lo firmamos–, así que, estando asesorado se puede decir que tienes mucha más información para tomar decisiones y no perjudicarte a ti mismo.

 
  1. Por último, de todas tus obras, ¿Cuáles son las que más te gustan?

Bueno, aunque suene a tópico, es difícil quedarse con unas y descartar a otras. Este último año he disfrutado mucho con los proyectos que he realizado así que podría decir que esas en concreto me gustan más que las demás. Desde luego, también las primeras fallas que modelé cuando empecé en toda esta aventura, pues tienen un factor sentimental que hace que siempre les guarde un cariño especial.